En nuestro artículo anterior «Eliminación del glifosato en la agricultura mexicana», rendimiento y productividad, analizamos los avances logrados en la eliminación del glifosato en la agricultura mexicana y cómo esta transición ha mejorado tanto el rendimiento como la productividad. Hoy, damos un paso más y exploramos, de la mano de Carlos Becerra, Técnico Agroecólogo del Faro Agroecológico Jalisco, cómo esta transformación se ha implementado en el campo, y qué impacto ha tenido en los productores.

El Progreso en la eliminación del glifosato: ¿Dónde Estamos?

Carlos Becerra comenta que, aunque no existen datos exactos sobre el porcentaje de cultivos que han eliminado completamente el uso de glifosato, el gobierno mexicano ha trazado una política clara hacia su eliminación gradual. A pesar de la resistencia de algunos agroindustriales, muchos productores medianos y grandes han adoptado prácticas agroecológicas. “En los Faros Agroecológicos, los costos operativos han disminuido hasta en un 50% y los rendimientos han aumentado hasta en un 30%”, señala Becerra, destacando los beneficios económicos de la eliminación del glifosato».

Prácticas Agroecológicas, una alternativa viable al Glifosato

La transición hacia la agricultura sin glifosato ha traído consigo beneficios significativos, no solo para el medio ambiente, sino también para la salud del suelo y la resiliencia de los cultivos. Becerra explica que aunque los cambios en el suelo no son inmediatos, a largo plazo, las prácticas agroecológicas han permitido que los suelos se vuelvan más fértiles y vivos. “Al monitorear los ciclos vegetativos y adaptarse a las características de cada parcela, los productores han encontrado que implementar estas técnicas es más sencillo de lo que parece”.

Este enfoque individualizado permite a los agricultores gestionar las malezas y plagas de manera más eficiente, sin recurrir a herbicidas como el glifosato.

Impacto en los costos y rentabilidad

Uno de los puntos más importantes al hablar de la eliminación del glifosato es su impacto económico. Muchos productores se preguntan si dejar de usar este herbicida afectará su rentabilidad. Carlos Becerra, ha estado en contacto directo con los agricultores que han adoptado prácticas agroecológicas, y su perspectiva nos ofrece una visión clara y realista de cómo esta transición ha impactado los costos de producción y la rentabilidad de las operaciones agrícolas. A continuación, compartimos su experiencia y análisis sobre los cambios observados en el campo.

«Los intentos por desplazar al glifosato del mercado nacional han ocasionado que las reservas actuales de glifosato con las que cuentan algunas agroindustrias cumplan con la ley de la oferta y demanda, aumentando hasta en un 40% el precio del herbicida, sumando este costo a los costos operativos para su aplicación, posicionan al glifosato en ya no una estrategia de control de arvenses “económica”.

Dialogando con productores vecinos a las parcelas que participan del proyecto Faros Agroecológicos, el costo del ciclo en curso PV 2024 osciló en los $200.00 pesos por litro y la dosis promedio por hectárea utilizada es de 4 litros, a los cuales se les suma un precio promedio de aplicación con tractor de $400.00 pesos por hectárea, dando un total de $1,000.00 en promedio por hectárea, los cuales en algunas ocasiones se dan 2 o más aplicaciones durante ciclo a ciclo de cultivo. La eliminación del glifosato disminuye los costos de producción, aumenta el rendimiento del cultivo y por ende la rentabilidad. «

Esta evaluación es importante, ya que demuestra que la eliminación del glifosato no solo tiene sentido desde una perspectiva ecológica, sino que también beneficia a los productores a largo plazo al reducir los costos y aumentar la rentabilidad.

Mejoras en la calidad del suelo y el agua

Desde el comienzo del proyecto en 2022, las parcelas gestionadas sin glifosato han mostrado suelos más saludables y vivos. Becerra destaca: “Desde que comenzó el proyecto en el ciclo productivo PV 2022 en el Faro Jalisco y a la fecha, se logra observar un suelo más vivo, el cual se traduce a menor incidencia de patógenos del suelo como el caso del Fusarium spp., mayor resistencia del cultivo a plagas de suelo como el caso del Colaspis hypochlora y mayor disponibilidad y asimilación del banco de nutrientes del suelo, volviéndose muy visuales las diferencias y ventajas. ”. Además, los cultivos sin glifosato han presentado una mayor disponibilidad de nutrientes en el suelo, lo que ha reducido la necesidad de insumos adicionales.

La eliminación del Glifosato como oportunidad para el futuro

La eliminación del glifosato en la agricultura mexicana es un paso hacia un futuro más sostenible, productivo y rentable. Como lo demuestra la experiencia en los Faros Agroecológicos, adoptar prácticas agroecológicas no solo reduce costos y mejora los rendimientos, sino que también fomenta un entorno agrícola más saludable y resiliente.

El camino hacia una agricultura sin glifosato sigue avanzando, y los resultados obtenidos hasta ahora muestran que esta transición es más que viable: es una oportunidad para transformar la forma en que producimos alimentos de manera sostenible y rentable.

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