Bienvenidos a la segunda parte de nuestro artículo sobre el biol. Si aún no has leído la primera parte, te recomendamos hacerlo, ya que allí se explica qué es el biol y sus múltiples beneficios para la agricultura sostenible. En esta segunda parte, nos centraremos en la preparación y aplicación del biol, específicamente del biol de calabaza.

La preparación del biol es más sencilla de lo que parece, y se puede adaptar a los recursos que tengas a la mano. A continuación, te compartimos una receta que se ha desarrollado en el Faro Agroecológico de Veracruz. Lo mejor es que no necesitas cosas complicadas, sino ingredientes que puedes encontrar fácilmente si estás en un entorno rural.

• 1 tambor de plástico de 200 L
• 20 kg de calabaza (preferentemente de Castilla, aunque puede ser cualquiera que tengas disponible)
• 10-20 kg de contenido ruminal (esto puede ser sólido o líquido, como los restos del estómago de vacas)
• Cepa de Trichoderma (Harzionum, Atroviride o Asperell, que son hongos benéficos para el suelo)
• 200 L de agua
• 3 kg de melaza (esta le dará energía a los microorganismos que se desarrollan en el biol)
• 100 g de levadura (puede ser levadura para pan)
• 2 cucharadas de azufre (esto ayuda a prevenir patógenos)
• 250 g de maicena (sirve como un alimento adicional para los microorganismos)
• 1 palo para remover

Primero, coloca todos los ingredientes en el tambor y mezcla bien para que todo quede homogéneo. Es importante remover la mezcla varias veces al día para asegurar una buena fermentación y evitar la formación de gases que puedan afectar el proceso. Luego, deja que la mezcla fermente durante varias semanas. Puede parecer mucho tiempo, pero esta espera vale la pena, ya que durante ese tiempo se generan compuestos que ayudan a que las plantas absorban mejor los nutrientes y a mantener la actividad microbiana del suelo. Cuando el biol esté listo, debería tener un olor fuerte pero no desagradable, y la dosis recomendada para usar es de 40 litros por hectárea.

Aplicación del Biol en los cultivos

Aplicar el biol a tus cultivos es muy fácil, y puedes hacerlo directamente al suelo o a través del follaje de las plantas. Por ejemplo, para cultivos como el maíz, te recomendamos combinar el biol con otras prácticas agroecológicas, como el uso de micorrizas y compostas. Esto mejora aún más la calidad del suelo y aumenta la productividad de los cultivos. Es como si le dieras a tus plantas un «combo» de nutrientes que no solo las alimenta, sino que también mejora las condiciones de su entorno para que puedan crecer más sanas.

La aplicación del biol también se puede hacer de manera foliar, lo cual es muy beneficioso cuando las plantas están en una etapa crítica de crecimiento, como la floración o la formación de frutos. Al aplicarlo directamente en las hojas, las plantas pueden absorber los nutrientes rápidamente y aprovecharlos al máximo. También puedes aplicarlo al suelo para incrementar la actividad microbiana y mejorar la disponibilidad de nutrientes. Los microorganismos que se desarrollan gracias al biol ayudan a descomponer la materia orgánica, liberando más nutrientes para las plantas.

Es importante que hagas pruebas en tu propio campo para ver cómo responden tus cultivos al biol, ya que cada suelo y cultivo puede tener necesidades diferentes. En el Faro Agroecológico de Veracruz han comprobado que el biol es una herramienta fantástica para mejorar la calidad de los suelos y aumentar la productividad, sin dañar el medio ambiente ni depender de productos químicos costosos. Además, su uso fomenta una agricultura más sostenible, beneficiando tanto la salud de los cultivos como la de los agricultores. Se ha observado que el biol mejora significativamente la estructura del suelo y facilita la absorción de nutrientes esenciales, lo cual contribuye a un crecimiento más vigoroso y uniforme de las plantas.

En resumen, el biol se presenta como una opción natural y accesible para todos aquellos que buscan mejorar sus cultivos de manera sostenible. Experimentar con este abono orgánico puede ser la clave para incrementar la productividad y la calidad de tus cosechas, mientras se cuida el medio ambiente y se fortalece la agricultura local. No importa el tipo de cultivo que tengas, el biol puede marcar la diferencia y ayudarte a obtener mejores resultados de forma ecológica.

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