Este es el segundo artículo de nuestra serie sobre inductores de resistencia. En el primero, ‘Inductores para la Sequía (Agobio Hídrico): Cómo Proteger Cultivos del Estrés Hídrico y la Falta de Agua‘, explicamos cómo los inductores de sequía ayudan a enfrentar la falta de agua. Ahora, nos centraremos en cómo los inductores de resistencia en general pueden aumentar la resiliencia de los cultivos, mejorar la productividad y fomentar prácticas de agricultura sostenible. Exploraremos sus beneficios y cómo fortalecen a las plantas frente a diversas situaciones de estrés, contribuyendo a la resiliencia de cultivos mediante prácticas agroecológicas.
En México, la agricultura enfrenta retos importantes debido a las complejidades climáticas que afectan a distintas regiones del país, como Chiapas y La Antigua, Veracruz. En Chiapas, la ‘canícula’ entre julio y agosto, un periodo seco de 20 a 25 días, puede afectar la floración del maíz y la formación de granos. En La Antigua, Veracruz, el cambio climático ha impactado negativamente los rendimientos del maíz. El cultivo de maíz prospera en climas cálidos y soleados, con lluvias moderadas y bien distribuidas o con riego. No obstante, el aumento de la temperatura y la disminución de agua pueden alterar el ciclo del maíz, afectando los rendimientos. A pesar de estos desafíos, los principales estados productores de maíz en México incluyen Sinaloa, Jalisco, Estado de México, Guanajuato y Michoacán.
En este artículo responderemos a preguntas clave: ¿Qué tipos de estrés ambiental afectan a los cultivos y cómo pueden ayudar los inductores de resistencia? ¿Qué beneficios aportan estos inductores a la agricultura? ¿Y existen inductores específicos para cada tipo de estrés?
Tipos de estrés que enfrentan los cultivos y cómo los inductores ayudan
En el campo, los cultivos se enfrentan a distintos tipos de estrés que pueden afectar su crecimiento y productividad. Estos son algunos ejemplos de estrés y cómo los inductores de resistencia pueden ayudar:
- Estrés por sequía: Como mencionamos en nuestro artículo sobre el agobio hídrico, la falta de agua es uno de los mayores desafíos. Los inductores para la sequía activan mecanismos naturales que permiten a las plantas conservar el agua y mantener sus funciones esenciales durante períodos de agobio hídrico, lo cual facilita la conservación de agua en la agricultura y es parte de las estrategias de mitigación de la sequía.
- Estrés por inundación: El exceso de agua también puede ser un problema, causando daños en las raíces y disminuyendo la capacidad de la planta para respirar. Existen inductores diseñados para mejorar la resistencia a la inundación, permitiendo a las plantas adaptarse y mantener el equilibrio interno.
- Estrés térmico: Las temperaturas extremas, tanto altas como bajas, pueden afectar gravemente a los cultivos. Los inductores de resistencia ayudan a las plantas a producir compuestos protectores, lo cual contribuye a la protección contra estrés térmico en cultivos, permitiendo mantener la fotosíntesis bajo estrés ambiental y asegurar la continuidad de la actividad metabólica a pesar de las fluctuaciones térmicas.
- Daños por granizo o maquinaria: Los daños físicos, como los causados por granizo o maquinaria, también generan estrés en las plantas. Los inductores pueden activar respuestas que ayuden a sanar los tejidos y reducir el impacto negativo de estas lesiones.
Beneficios de utilizar inductores de resistencia en la agricultura
Los inductores de resistencia ofrecen múltiples beneficios que van más allá de simplemente fortalecer a las plantas frente a situaciones específicas de estrés. Al aumentar la capacidad de defensa natural de las plantas, se reduce la necesidad de aplicar pesticidas y otros productos químicos, lo cual contribuye a una agricultura más saludable y respetuosa con el medio ambiente, fomentando la reducción del uso de pesticidas en la agricultura sostenible. Además, muchos de estos inductores también tienen efectos beneficiosos en el suelo, mejorando la estructura y la capacidad de retención de nutrientes, lo cual a su vez mejora la salud general del sistema agrícola mediante inductores de resistencia. Al fortalecer las defensas de las plantas, los inductores de resistencia ayudan a reducir la pérdida de cultivos, mejorar la calidad de la cosecha y aumentar la productividad en condiciones adversas. Finalmente, los inductores de resistencia se alinean con los principios de la agroecología, ya que permiten reducir la dependencia de insumos externos y fomentan un sistema de producción más equilibrado y sostenible.
Inductores específicos para cada tipo de estrés
Existen diferentes formulaciones de inductores que pueden ser utilizados dependiendo del tipo de estrés al que se enfrenten los cultivos. Aunque no detallaremos las recetas exactas, es importante saber que hay soluciones específicas para cada problema: sequía, inundaciones, calor, frío, y daños físicos. Estas formulaciones permiten a los agricultores adaptar sus estrategias de manejo a las condiciones particulares de su región y proteger sus cultivos de manera más eficiente.
Los inductores de resistencia son herramientas poderosas que permiten a los agricultores enfrentar mejor los desafíos que presenta la agricultura en un mundo cada vez más cambiante. Ya sea para lidiar con la sequía, las altas temperaturas o las plagas, estos inductores ofrecen una solución natural y efectiva para fortalecer a las plantas, mejorar la resiliencia de los cultivos y promover prácticas agrícolas más sostenibles.
Fuente: Formulaciones de Inductores de resistencia por Faro Agroecológico Jalisco, Carlos Becerra, Bernardo González, José Briseño, Jaime Santillán.
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